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Riesgos de la IA “comoditizada”: cuando todas las empresas usan lo mismo

En la primera ola de adopción, muchas compañías corrieron a incorporar las mismas herramientas de IA. Chatbots genéricos, dashboards estandarizados, asistentes que suenan iguales en todas partes. Lo curioso es que, al hacerlo, no ganaron ventaja competitiva: se homogeneizaron.

La IA “comoditizada” es cómoda, pero no estratégica. Sirve para resolver tareas básicas, pero también uniforma experiencias y productos. El verdadero riesgo es creer que por usar lo mismo que todos ya se está innovando.

El valor no está en el acceso a la tecnología, sino en cómo se combina con los activos únicos de cada organización: datos propios, procesos, cultura, clientes. Esa es la capa diferencial que ninguna herramienta “listo para usar” puede entregar.

Las empresas que solo consumen IA estándar terminarán compitiendo por precio. Las que construyan IA alineada a su identidad competirán por valor.

IA como catalizador de nuevos modelos de negocio

Cuando hablamos de IA en empresas, solemos pensar en eficiencia: reducir costos, automatizar tareas, ganar velocidad. Pero esa mirada es miope. La IA no solo hace que lo viejo funcione más rápido; abre la puerta a lo que antes era impensable.

Los modelos de negocio no cambian porque aparezca un software más barato, cambian porque alguien redefine la lógica de valor. Y la IA está forzando esa redefinición. Desde bancos que dejan de ser “lugares” para convertirse en plataformas abiertas, hasta fabricantes que ya no venden productos sino datos sobre su uso.

La clave está en no quedarse en la superficie. Usar IA para “mejorar” lo existente es apenas el primer escalón. El verdadero salto está en repensar el negocio completo: ¿qué problema resuelvo? ¿qué activos invisibles puedo poner en juego? ¿qué barreras de entrada puedo crear con datos y algoritmos?

La IA como catalizador no garantiza éxito. Pero sí garantiza algo más importante: la posibilidad de que tu negocio deje de parecerse tanto al de los demás.

Equipos Frankenstein: cuando la obsesión por los skills destruye la colaboración

🧪 El experimento sale mal

Reclutamiento de precisión.
Matching perfecto por competencias.
Una tabla con todas las skills del futuro.

Y sin embargo…
ese equipo que parecía imbatible en el papel, no funciona.

¿Te suena?


🧟 Equipos Frankenstein

Hoy muchas organizaciones arman sus equipos como puzzles quirúrgicos:
👉 “Ponemos a este porque sabe de datos”
👉 “Sumamos a esta porque domina UX”
👉 “Este otro es experto en automatización”

Y así, suman partes.
Partes sueltas.

Pero un equipo no es un amontonamiento de skills.
Es una estructura viva que necesita algo más que competencia técnica:

  • Rituales
  • Confianza
  • Roles fluidos
  • Lenguaje compartido
  • Códigos no escritos

Sin eso, el equipo es un monstruo: parpadea, se sacude… pero no avanza.


🧪 Caso real

Una gran empresa de servicios financieros decidió armar squads “de alto rendimiento” para acelerar la innovación.

Reclutaron internamente al mejor de cada área:

  • Un genio de datos
  • Una experta en producto
  • Un arquitecto técnico
  • Una líder comercial

Y los sentaron a trabajar en un reto estratégico.
¿Resultado?

  • Choques de lenguaje
  • Conflictos de egos
  • Dificultad para coordinar
  • Decisiones que nadie implementaba
  • Ausencia total de conexión emocional

Tres meses después, el squad se disolvió.


🎭 Metáfora: El equipo ensamblado

Es como armar un coche con:

  • el motor de un Ferrari
  • la carrocería de un 4×4
  • las ruedas de una bicicleta
  • el volante de un barco

Cada parte es excelente por sí sola.
Pero juntas… no llegan a ningún lado.


🚨 Señales de que tu equipo es un Frankenstein

  • Las reuniones son incómodas o tensas
  • Nadie sabe quién lidera realmente
  • Hay tareas perfectas… pero sin conexión
  • Los miembros se comunican solo por necesidad
  • Todo se discute desde “mi especialidad”

🔧 Qué hacer diferente

  1. Diseñá equipos desde la cultura, no desde el Excel
    La conexión no es un bonus: es el motor.
  2. Incluí espacios de integración intencional
    No alcanza con “conocerse en el camino”.
  3. Equilibrá lo técnico con lo relacional
    Un squad necesita tantas habilidades blandas como duras.
  4. Construí normas de colaboración explícitas
    ¿Cómo se toman decisiones? ¿Cómo se da feedback?
  5. No busques solo estrellas: buscá combinaciones que brillen juntas
    El mejor equipo no es el de mejores personas…
    sino el de mejores relaciones.

✨ Cierre

En un mundo obsesionado con el talento individual,
lo verdaderamente estratégico es crear relaciones que funcionen.

No construyas Frankenstein.
Construí tribus con sentido.

📌 Cuando la estrategia se convierte en teatro: planes que impresionan, pero no transforman

🎬 Introducción

Qué bien se ve esa presentación.
Qué sólida suena esa estrategia.
Qué inspirador ese video con música épica.

Y sin embargo…
tres meses después, nada cambia.

Bienvenidos al teatro estratégico:
una puesta en escena perfecta, sin impacto real.


🎭 La estrategia como performance

En muchas organizaciones, el proceso estratégico se ha convertido en un evento anual:

  • Sesiones off-site en hoteles de lujo
  • Gráficos en 3D con nombres potentes
  • Consultoras que entregan PDFs con mapas, visiones, propósitos

Pero cuando volvemos al día a día…

  • Las prioridades siguen confusas
  • Las decisiones no se alinean con lo definido
  • Los equipos operativos ni siquiera conocen el plan

La estrategia queda en la nube del PowerPoint, lejos del barro cotidiano.


📍Caso real

En una empresa industrial mediana de América Latina, el CEO presentó un ambicioso “Plan Estratégico 2030” con aplausos incluidos.

  • Incluía valores como agilidad, innovación, sostenibilidad
  • Tenía 6 pilares, 18 objetivos estratégicos y 92 iniciativas

¿Resultado seis meses después?

  • El 85 % de los mandos medios no había leído el documento
  • Las decisiones se seguían tomando de forma reactiva
  • Se había contratado a una nueva consultora para hacer “el seguimiento del plan”

Había estrategia para mostrar, pero no estrategia para decidir.


🪞Metáfora: la obra sin guion real

Imaginá una obra de teatro con escenografía impecable.
Luces, vestuario, sonido…
pero sin guion compartido.
Cada actor improvisa.
No hay dirección clara.
El resultado: ruido elegante.

Eso es una organización con estrategia decorativa.


🚨 Señales de alerta

  1. El plan vive en una carpeta de Drive, no en las reuniones
    Si no se usa para tomar decisiones, no es un plan: es un folleto.
  2. Los equipos no pueden explicar en qué cambia su trabajo
    Si la estrategia no modifica comportamientos, es retórica.
  3. Se prioriza la presentación, no el compromiso real
    Más tiempo diseñando slides que trabajando trade-offs.
  4. El seguimiento se terceriza
    Delegar el pulso de la estrategia es una forma de desentenderse.

🛠️ Qué hacer para salir del teatro estratégico

  1. Vincular estrategia y presupuesto desde el primer minuto
    Sin plata, no hay prioridad. Sin prioridad, no hay foco.
  2. Bajar la estrategia a “decisiones que se toman distinto”
    ¿Qué cambia en la práctica? ¿Qué dejamos de hacer?
  3. Incluir a quienes ejecutan en el diseño
    No se puede transformar lo que se vive como ajeno.
  4. Usar la estrategia como conversación, no como manual
    Un plan estático muere. Una narrativa estratégica se adapta, se discute y se encarna.

🚫 Cuidado con…

  • Confundir impacto con aplausos
    Que guste no significa que sirva.
  • Buscar la perfección estética
    Los mejores planes nacen desprolijos, con dudas y con voz propia.
  • Medir por la cantidad de iniciativas
    Más no es mejor. Mejor es mejor.

✨ Conclusión

Una estrategia real no necesita escenario.
Se nota en las decisiones.
Se ve en los comportamientos.
Y se mide en la coherencia del día a día.

📌 La ilusión del “equipo maduro”: cuando la experiencia tapa los problemas

🎬 Introducción

«Somos un equipo senior.»
«Nos conocemos de memoria.»
«Ya sabemos cómo hacer esto.»

Estas frases, tan comunes, suenan a solidez. A confianza. A madurez.

Pero muchas veces, esconden lo contrario:
una zona de confort disfrazada de expertise.

El mito del “equipo maduro” puede ser una trampa peligrosa:
porque cuando nadie cuestiona nada, los problemas se acomodan.


🧠 ¿Qué significa realmente “madurez de equipo”?

No es cuántos años llevamos juntos.
Ni cuántas crisis sobrevivimos.
Ni cuántas herramientas usamos.

Madurez es:

  • Poder tener conversaciones incómodas sin romperse
  • Saber cuándo sostener y cuándo desafiar
  • No repetir fórmulas sólo porque funcionaron antes
  • Tener la capacidad de desaprender juntos

📍Caso real

En una empresa agroindustrial argentina, el comité de dirección tenía una trayectoria impresionante:
20 años de trabajo conjunto, muchos éxitos, relaciones fuertes.

Pero cuando llegó el momento de rediseñar el modelo operativo para escalar, todo empezó a fallar.

  • Las reuniones eran superficiales
  • Las decisiones se postergaban indefinidamente
  • Nadie desafiaba las propuestas del CEO

Desde fuera, parecía un equipo alineado.
Desde dentro, era un cementerio de temas estratégicos no resueltos.

El punto de inflexión llegó con una facilitación externa.
Lo primero que se hizo no fue diagnosticar procesos,
sino romper el pacto tácito del «no molestar».

A partir de ahí, pudieron emerger temas reales:
temor al conflicto, rutinas caducas, roles congelados.


🪞Metáfora: el vino viejo que se convierte en vinagre

La experiencia no gestionada se pudre.
Un equipo con historia, si no se ventila,
se convierte en un caldo de conformismo, pequeñas traiciones silenciosas y decisiones tomadas por inercia.

No todo lo viejo es sabio.
No todo lo cómodo es saludable.


🚨 Señales de madurez ilusoria

  1. Reuniones eficientes pero vacías
    Se habla solo de lo operativo. Lo importante “no es el momento”.
  2. Poca rotación de ideas
    Siempre los mismos referentes, las mismas respuestas, los mismos argumentos.
  3. Bromas defensivas
    Chistes que evitan la profundidad. Ironías que anestesian.
  4. Resistencia a lo externo
    Se rechazan miradas nuevas con frases como:
    “Esto ya lo intentamos” o “No conocen nuestra cultura”.

🛠️ Cómo salir de la ilusión

  1. Auditoría relacional
    ¿Cuándo fue la última vez que tuvimos una conversación de fondo sobre cómo trabajamos juntos?
  2. Revisar pactos invisibles
    ¿Qué temas no se hablan? ¿Qué emociones no se permiten?
  3. Invitar a la disrupción con reglas claras
    Roles rotativos, provocaciones deliberadas, presencia de facilitadores externos.
  4. Evaluar la madurez con datos, no con percepciones
    Medir toma de decisiones, calidad de feedback, ciclos de aprendizaje reales.

🚫 Cuidado con…

  • Confundir historia con sabiduría
    Un equipo con años puede haber acumulado hábitos disfuncionales, no aprendizajes.
  • Premiar la armonía excesiva
    A veces, el desacuerdo es la señal de salud.
  • Creer que “ya estamos bien así”
    Nadie escala con estructuras pensadas para otra etapa.

✨ Cierre

Un equipo maduro no es el que nunca discute,
sino el que puede tensionarse sin quebrarse.

Madurez no es blindarse.
Es afilarse sin perder el respeto.

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